¿La peor película del año o un éxito de masas? Mi opinión sobre “Una película de Minecraft”

Fuimos al cine con mucha curiosidad (y algo de escepticismo) a ver Una película de Minecraft, esa adaptación del videojuego que, para muchos, marcó una etapa entera de su infancia o adolescencia. Y salí con sentimientos encontrados.

Por un lado, la película logra capturar bastante bien la esencia visual del juego: el Overworld luce increíble y los guiños al mundo de Minecraft están por todos lados, algo que, sin duda, hace sonreír a cualquier fan. Además, Jason Momoa, Jack Black y Emma Myers arman un grupo peculiar, pero funcional, que tiene sus momentos de chispa y humor. Hay escenas que realmente funcionan y que entretienen, sobre todo si vas con la mentalidad de ver una comedia de aventuras más ligera.

Pero también hay que decirlo: no todo brilla como el diamante. La historia es predecible, muy en la línea del clásico “viaje del héroe” y, en algunos momentos, se siente más como una excusa para mostrar referencias que como una trama sólida. A ratos, pareciera que la película no sabe si quiere hablarle a los niños, a los fans del juego o a los adultos nostálgicos. Y en ese intento por abarcar tanto, a veces pierde el foco.

¿Es un desastre total, como dicen algunos críticos? No lo creo. ¿Es una obra maestra? Tampoco. Pero lo que sí es claro, es que Una película de Minecraft está hecha para el público y no tanto para los expertos del cine. La prueba está en la diferencia entre la crítica (48% en Rotten Tomatoes) y el público general (87%). A veces, simplemente queremos pasar un buen rato frente a la pantalla y esta película cumple con eso.

En resumen: si amas Minecraft, probablemente te divertirás. Si esperas una historia profunda o innovadora, puede que no sea lo tuyo. Pero como fenómeno de masas, ya ganó su lugar.